"La Rivista di Engramma (open access)" ISSN 1826-901X

227 | settembre 2025

97888948401

Una presentación de Aby Warburg en/sobre América: Historia, sobrevivencias y repercusiones (México 2024)

coordinado por Linda Báez Rubí, Emilie Carreón Blain
editado por Tania Vanessa Álvarez Portugal

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Este volumen, publicado por el Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional Autónoma de México, reúne los resultados del simposio internacional “Warburg (en/sobre) América: translaciones y proyecciones”, celebrado en el Museo Universitario Arte Contemporáneo del 6 al 8 de septiembre de 2017. La iniciativa contó con el apoyo de numerosas instituciones: el Instituto de Investigaciones Estéticas – UNAM, el Posgrado en Historia del Arte de la Facultad de Filosofía y Letras – UNAM, el Centro de Estudios Mexicanos en Londres, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), la Humboldt-Universität de Berlín, el Kunsthistorisches Institut de Florencia, la Max Weber Stiftung de París y la Warburg Haus de Hamburgo. Estructurado en tres secciones – Historia, Sobrevivencias y Repercusiones – el volumen propone una selección de ensayos que destacan la importancia de la experiencia americana de Aby Warburg en 1896 para su formación intelectual, y cómo la antropología americana constituye una clave de lectura imprescindible para sus posteriores elaboraciones teóricas. A continuación presentamos el índice y el ensayo introductorio; el volumen completo está disponible para su consulta y descarga aquí.

Índice
Linda Báez Rubí, Emilie Carreón, Tania Vanessa Álvarez, Introducción
Linda Báez Rubí, Emilie Carreón, Tania Vanessa Álvarez, Introduction
I. Historia: un viaje ilustrado en encuentros, imágenes y conceptos
Horst Bredekamp, Aby Warburg: perspectivas de la América antigua
Claudia Wedepohl, Aby Warburg, Heinrich Voth and the Study of Native American Religious Ceremonies
Linda Báez Rubí, Quechmictoplican: mítico lugar de encuentro entre Aby Warburg y Mesoamérica
Isabella Woldt, The Navajo-Weaver. Aby Warburg’s Approach to the Anthropology of Textiles
Spyros Papapetros, Warburg and “The Genesis of Ornamentation”: A (Pan-)American Question
Giovanna Targia, Symbolic Function and Physical Laws. Aby Warburg’s and Ernst Cassirer’s Reflections on Native American Culture
Davide Stimilli, Homo Divinans: Warburg on Prophecy
Johannes Neurath, Aby Warburg y Konrad Theodor Preuss: rituales y serpientes
II. Sobrevivencias: migraciones y vehículos de la energía simbólica
José E. Burucúa, Nicolás Kwiatkowski, Hacia una historia simbólica de los elefantes
Christopher D. Johnson, On Warburg’s Baroque and Two Seventeenth-Century, Mexican Arcos Triunfales
Laura Malosetti Costa, Tabaré: migraciones y ambivalencias del héroe trágico
Philippe-Alain Michaud, Mnemosyne, ou la machine cinématographique sans appareil
Luis Pérez-Oramas, Nachleben en sus campos extendidos: modernidad, cinetismo y humanismo: Pathosformel, forma intermediaria y sobrevivencia antitética
José Luis Barrios, A propósito de la exposición “Constitución mexicana, 1917-2017. Imágenes y voces”. Arqueología afectiva e imagen dialéctica: sobre la curaduría como crítica histórico-política del presente
III. Repercusiones: historiografía, tránsitos y promesas
Emilie Carreón Blaine, Los estudios del arte indígena americano ante los postulados de Aby Warburg: un reconocimiento póstumo
Elia Espinosa, Imágenes y palabras en discusiones warburguianas; tránsitos antiguos y contemporáneos
Didanwy Kent Trejo, Imágenes de la promesa/imágenes que prometen

Introducción

Linda Báez Rubí, Emilie Carreón, Tania Vanessa Álvarez

¿Qué importancia tenía la antropología de América y por qué el fundador de la biblioteca consideró indispensable incluirla? […] Puesto que Warburg le agradeció a América el haber aprendido a ver la historia europea con los ojos de un antropólogo.

(Fritx Saxl, Warburgs Besuch in Neu-Mexico, 1929-1930)

I. Antecedentes

El interés creciente en la antropología de las imágenes al interior de la historia de la producción artística ha reconocido al historiador del arte y de la cultura Aby Warburg (1866-1929) como uno de sus principales impulsores [1]. Si bien las actividades intelectuales del erudito hamburgués se desarrollaron en territorio europeo, una no menospreciable parte del impulso que cobraron sus preocupaciones sobre las imágenes que percibimos y producimos es el resultado de su encuentro, durante el viaje que realizó en 1895 y 1896, con algunas de las culturas originarias de América del Norte. El trayecto transatlántico en barco, del viejo continente al nuevo, y su itinerario transversal, del este al oeste, siguiendo las rutas ferroviarias recién inauguradas de los Estados Unidos de América, detonaron de manera significativa las reflexiones teóricas del estudioso alemán alrededor de las imágenes que todo ser humano genera al expresar y manifestar diversos aspectos de su relación con el mundo en actos simbólicos. Esta dimensión antropológica representa un momento trascendental para la historia del arte y las disciplinas afines a ella que se abocan al estudio de la imagen y sus procesos de visibilización y visualización en general. Fritz Saxl (1890-1948), colaborador de Warburg en su Kulturwissenschaftliche Bibliothek Warburg (KBW), subrayó siempre la importancia de los estudios de americanística en la vida intelectual de Warburg ante la comunidad académica [2]. Saxl resaltó el papel fundamental que desempeñaron los estudios antropológicos y la naciente etnografía de América en el desarrollo metodológico y maduración de las propuestas de Warburg, mientras argumentó por qué era meritorio que estos estudios e investigaciones ocuparan un lugar en la biblioteca Warburg [3], un aparato destinado a registrar los movimientos anímico-espirituales y corporales de la humanidad. Esto nos permite rescatar y abordar un aspecto medular que continúa siendo válido y que es necesario no dejar de someter a revisiones críticas: el papel que desempeña el continente americano, con su historia, en la discusión sobre el legado académico y humanístico de Warburg y los posibles escenarios futuros en una crítica a la iconología y las teorías de la imagen ahora en boga en un mundo donde el ser humano – puede decirse – se posiciona como un constante generador de imágenes.

Bajo el título Aby Warburg en/sobre América: historia, sobrevivencias y repercusiones, la publicación de este volumen retoma la discusión sobre el tema americano en Warburg bajo tres partes como se explicita en el título [4]. Bajo la primera se presentan textos dedicados a ofrecer una reconstrucción histórica del viaje americano de Warburg con base en material de archivo y la repercusión significativa que dicha experiencia tuvo hasta su fallecimiento, arrojando luz sobre personas, estudios, instituciones y temas vinculados con la naciente etnología americana y los estudios arqueológicos de la América antigua. La segunda permite abordar conceptos teóricos derivados y cristalizados a partir de la experiencia americana de Warburg, posibilitando así al conjunto de textos ahí reunidos experimentar con la operatividad de dichos conceptos en temas iberoamericanos que abarcan tanto diferentes etapas de la historia visual latinoamericana como prácticas artísticas y curatoriales contemporáneas. Bajo la tercera se agrupan textos que abren un espacio a plataformas de reflexión a partir del análisis de ambas partes; su importancia radica en ser un ejercicio retrospectivo que mediante su análisis detecta, esclarece y señala posibles rutas de trabajo a realizar con el legado del tema americano expuesto en varios de los textos convocados.

Con ello, la publicación de estas investigaciones académicas busca en su conjunto revisar y revalorar cuál es la posición que la experiencia americana ocupa en Warburg y la exploración de sus repercusiones. Para lograr este cometido es preciso reconstruir la trayectoria del estudioso hamburgués por el Southwest norteamericano (noroeste de México) con el fin de explorar la confluencia que tuvo con la americanística y el diálogo que sostuvo con personajes destacados de su época, para después ramificarse e investigar cuál es o ha sido el impacto de su legado hasta el momento en el discurso latinoamericano [5], que lo ha tomado como base de reflexión al abordar las imágenes y sus imaginarios [6]. De tal modo será posible situar a Warburg al interior de un marco académico conformado por diversas islas académicas latinoamericanas, norteamericanas y europeas. Por un lado, se trata de reflexionar alrededor de su viaje a tierras del continente americano para observarlo desde otra perspectiva, a partir de la cual sea posible cuestionar y abrir la discusión bajo el marco de una revisión a la luz de material inédito de archivo, lo que permitirá colocarlo en una dimensión histórico-cultural que reconozca sus planteamientos, de acuerdo con un contexto en el que los estudios de la americanística se consolidaban al estudiar las culturas antiguas asentadas a todo lo largo del continente americano. Por el otro, se trata de abrir el panorama y darle presencia al discurso latinoamericano que opera con propuestas metodológicas y conceptos claves forjados por Warburg y que han obtenido poca atención y resonancia de diálogo en los círculos warburguianos europeos y estadounidenses hasta la fecha [7], no así en la dinámica que ha cobrado por su parte en la academia latinoamericana a partir del llamado boom warburguiano y que el aumento de traducciones de sus textos ha hecho posible. Éste inició a finales de la década de los años noventa con la revaloración de Warburg en la academia alemana [8], pero para el mundo académico resultó más significativo el impulso de las primeras traducciones a otros idiomas [9]. Esto promovió un rescate tanto de reflexiones en torno a las imágenes como de la terminología acuñada por Warburg – supervivencia o sobrevivencia (Nachleben), fórmula pathos (Pathosformel), vehículos de la imagen (Bildervehikel), imágenes en movimiento (bewegte Bilder) –, para hacerlas operativas en el ejercicio de una iconología diferente a la propuesta por Erwin Panofsky (1892-1968) con la que había venido operando en mayor parte la historia del arte [10], y que resultó ser un impulso renovador en la reflexión sobre los fenómenos y técnicas de producción visual moderna y contemporánea. Tal fue el caso de Philippe-Alain Michaud y Georges Didi- Huberman [11], cuyos estudios en francés tuvieron una mayor recepción en el ámbito iberoamericano – en gran parte por el idioma – que los de los académicos alemanes.

O bien, por otra parte, los estudios de José Emilio Burucúa resultaron seminales en la creación de una academia latinoamericana que operó con el legado warburguiano ante una autorreflexión en la historia político-iconológica sudamericana [12]. Aunado a esto, el interés centrado en la imagen, sus condiciones de visibilidad, aparición y percepción así como su transmisión visual y generación de conocimiento, desarrollado bajo los giros en sus modalidades pictóricas, icónicas y visuales, reconoció en Warburg un potencial teórico de reflexión sobre las imágenes [13].

El desarrollo de una evaluación crítica que sitúe a Warburg en su vinculación con los estudios de americanística de la época, así como ante lo que el discurso latinoamericano contemporáneo ha hecho de su legado es necesario una vez que se ha convertido en una tarea aún pendiente en los estudios centrados en su experiencia americana [14]. Las investigaciones aquí reunidas no tienen la intención de resolver de manera íntegra tal empresa, pero sí a cambio resguardan en su configuración un intento más modesto: comenzar a esbozar un interés cultural más amplio que el mismo Warburg tuvo en su momento a lo largo del continente americano en la forja de sus propuestas teórico-icónicas, y de este modo poner sobre la mesa temas que a partir de un diálogo intercultural y transoceánico plantearían otras preguntas y horizontes sobre una base más amplia de reflexión teórica y temática [15].

II. Motivación

¿Por qué, a pesar de la atención que se le ha dado al tema americano en Warburg durante las últimas décadas, resulta pertinente insistir en el tema? Precisamente corregir el enfoque casi exclusivo que se le ha dado al así llamado “Ritual de la serpiente” sería partir desde otra perspectiva. Simplemente una mirada al rico archivo resguardado en el Warburg Institute de Londres, nos revela que la experiencia americana que inició con su viaje a América giró en torno a diversos temas y cuestionamientos. Si bien, mucho de éstos se centraron en temas específicos como las formas ornamentales en diversos medios (alfarería, textiles, pintura) y la vida ritual expresada en diversas danzas (la del antílope, de la serpiente, la Humis Kachina), mediante cuyo material exploró las celebraciones religiosas junto con su aspecto performativo, así como el papel que la creación artística desempeñó en ella como gestora de procesos culturales, es preciso observar el interés en temas americanos de Warburg inserto en una red de americanistas mucho más amplia de lo que se creía hasta el momento, como lo demuestran las contribuciones reunidas en este volumen. El diálogo con las propuestas de los americanistas y el campo fértil de información que obtendría Warburg para el desarrollo de sus reflexiones teóricas sobre la imagen, se puede reconstruir a partir de un rico legado. Éste se conforma de numerosas notas, epístolas, material visual (fotografías, dibujos, postales), fragmentos de textos expuestos en conferencias y exposiciones a su regreso en Europa; interés que con los años mengua y aparentemente va desapareciendo – hasta ser lo que ha sido juzgado como un abandono –, pero que después es retomado, analizado y tematizado en la famosa conferencia de abril de 1923 que Warburg dictó en la clínica Bellevue de Kreuzlingen bajo el proceso de su convalecencia, y para demostrar su capacidad de trabajo. A partir de ahí y hasta el final de sus días, su interés por la americanística sería un basso continuo que no desaparecería del todo, como lo demostró con su intención de realizar un segundo viaje a América para participar en el Congreso de Americanistas (Nueva York, 1928) y, como lo había planeado, en su deseo de recibir a los americanistas en la famosa Kulturwissenschaftliche Bibliothek Warburg (KBW) bajo el marco del Congreso de Americanistas en Hamburgo (1930), donde esperaba presentar su investigación. Al parecer, el hecho de que la conferencia de Kreuzlingen haya pasado a ser el trabajo más conocido con respecto al tema americano convirtiéndose a la vez en uno de los textos más leídos a pesar de la negativa de Warburg de su publicación [16], contribuyó a considerarla como pars pro toto al volverse paradigmática de una experiencia que había acaecido veintisiete años antes y que, no obstante, Warburg había documentado mediante un material mucho más vasto y heterogéneo en su momento [17]. La decisión de publicar de manera póstuma el material presentado en 1923 obedecía, por un lado, a que dentro de la edición de sus Obras completas (Gesammelte Schriften), sus allegados y colaboradores habían decidido acoger también conferencias inéditas [18]. Por el otro, al parecer respondía a la situación de dar a conocer el espectro de intereses y abordaje metódico del material de investigación del fundador de una biblioteca emigrada a Londres en dos buques cargueros en 1933, y cuya propuesta metodológica y temática buscaba asentarse en territorio británico despertando interés en la academia inglesa [19]. El texto se publicó así póstumamente en inglés bajo el título A Lecture on the Serpent Ritual en el “Journal of the Warburg Institute” (1938), tratándose de una reconstrucción realizada por Gertrud Bing y Fritz Saxl – a partir de material empleado por Warburg en la conferencia de Kreuzlingen – y pasando a convertirse así su título y el material ahí escogido en una acuñación paradigmática de los estudios americanos de Warburg [20]. No fue sino hasta los años ochenta, con el interés de la academia italiana por la traducción al italiano de Gianni Carchia (1984) [21] y más tarde con la versión alemana de Ulrich Raulff (1988) [22], que el texto cobró nuevos bríos en el horizonte de la crítica al reflexionar sobre lo que Warburg había querido ver en los rituales religiosos de los indios americanos y cómo lo veía reflejado en sus estudios del Renacimiento [23]. El éxito de la edición de Raulff que contextualizaba la conferencia bajo el marco de la historia clínica de Warburg, además de ofrecer un interés paralelo con los movimientos artísticos vanguardistas de la época en objetos etnológicos y artísticos [24], no sólo se reflejó en subsecuentes traducciones, entre otras, al inglés (1995) [25], al francés (2003) [26] y al castellano (2005) [27], sino que detonó la publicación de otro conglomerado de fragmentos distintos relacionados con el viaje, haciendo ver así paulatinamente la heterogeneidad del material, como lo dieron a conocer Phillip-Alain Michaud en francés (1998) [28] y Maurizio Ghelardi en italiano (2006) [29]. También se reveló la amplia red de estudiosos que estuvieron en comunicación con Warburg. Por ejemplo, Benedetta Cestelli (2006) [30] presentó parte del epistolario que mantuvo con el etnólogo Franz Boas, mientras Davide Stimilli (2005) documentó el intercambio del sociólogo Edwin Seligman con Warburg en vista a su segunda visita a América, proyectada para 1928 [31]. Por otra parte, una serie de ensayos críticos en el volumen coordinado por Cora Bender (2007) concentraron sus esfuerzos en el material de Warburg sobre el ritual de la serpiente en los pueblos hopi (Hopituh Shinumu), entre 1890 y 1930, lo que permitió comprender el contexto histórico en el que Warburg lo conoció [32]. La edición alemana, coordinada por Sigrid Weigel (2010), incluyó por vez primera una versión manuscrita que serviría de base para las conferencias dictadas por Warburg en 1897 a su regreso a Europa ante la Gesellschaft zur Förderung der Amateur Photographie en Hamburgo y el Amerikanistenclub y Freie Photographische Vereinigung en Berlín [33], además de otras dos versiones manuscritas de la conferencia de Kreuzlingen con anotaciones de Warburg y que, al igual que la de Maurizio Ghelardi (2006), dieron pie a desmontar el título unívoco del ritual de la serpiente para restituirlo por Imágenes / Recuerdos de viaje de la región de los indios pueblo en Norteamérica [34], abriendo otro panorama de lo que había llamado la atención de Warburg. A esto es preciso sumar los estudios que parten del material fotográfico reunido por Warburg durante su viaje en las publicaciones tanto de Benedetta Cestelli y Nicholas Mann (1998), como del mismo Ghelardi, y que dan a conocer un aspecto de la dimensión del rico registro visual (fotografías y postales) resguardado en el archivo del Instituto Warburg [35]. Recientemente una evaluación mayor fue acogida como tarea en la edición de Christina Chávez y Uwe Fleckner (2018) al integrar en un trabajo de reconstrucción complementaria, las fotografías que acompañaron la versión manuscrita que sirvió de base para las conferencias de 1897 [36], e incluir los dibujos de los objetos donados por Warburg al Völkerkunde Museum (ahora Museum am Rothenbaum-Kulturen und Künste der Welt, MARKK) de Hamburgo en 1902, que adquirió durante su estancia americana [37]. 

De acuerdo con lo anterior y gracias a estas publicaciones, es posible obtener una idea tanto respecto a la diseminación del material como de su complejidad reconstructiva debido al carácter fragmentario que existe dentro de la conglomeración de los americana, no enfocada sólo y únicamente (aunque sea un tema obsesivo en Warburg) al ritual de la serpiente. Ciertamente, las recientes ediciones han paliado en parte estas penosas dificultades y con sus variantes han contribuido a esclarecer paulatinamente el panorama al someter el material a una apertura crítica más diferenciada. Bajo ésta se ha destacado la visita de Warburg al Southwest Americano como una fase que abrió otras perspectivas al interior de la historia del arte germanoparlante realizada en su tiempo [38], a la vez que tampoco ha renunciado a abordar las carencias en su acercamiento con los indios nativos americanos [39]. Dichas carencias se disponen desde una perspectiva occidental propia de la temprana antropología de la época que tiene sus bases en la etnología practicada a fines del siglo XIX por varias naciones en sus prácticas colonizadoras y que irrumpió de manera violenta en la esfera cultural de grupos indígenas, respondiendo así a su vez a las prácticas del coleccionismo fraguadas en políticas institucionales de la época, como se observa en ambas escuelas con las que Warburg tuvo contacto, la estadounidense y la alemana [40]. Paradójicamente, se han discutido las carencias en el acercamiento de Warburg con las poblaciones nativas americanas, pero no en el acercamiento de la propia crítica contemporánea que reflexiona sobre su legado. Ésta se ha formulado prioritariamente desde una perspectiva académica angloamericana o europea sin entrar en discusión con las propuestas que se ofrecen desde la iberoamericana, y cabe decirlo, ante el desconocimiento de muchos aspectos de su viaje y de las gentes y pueblos que lo recibieron. En este sentido, se han hecho esperar investigaciones que arrojen luz sobre intereses y motivos más allá de lo conocido y sobre la proyección que reconstrucciones históricas o desarrollo de postulados teóricos alcanzarían de cara a una problemática americana con una orientación y carácter inclusivos [41]. Con ello nos referimos a que es necesario abrir la reflexión hacia su interés por las culturas asentadas más allá del Southwest, hacia el sur del continente en toda su extensión, a lo que hoy se conoce como México, Centroamérica y el área que abarca América del Sur, puesto que viene a ser medular en la conformación de la cultura iberoamericana hasta nuestros días en su juego de tensiones con la herencia del pasado y su inserción en el presente en la forja de su discurso identitario. Esto se hace emergente, tanto en el sentido histórico como en el contemporáneo. Una mirada inclusiva superaría el sesgo académico en los estudios warburguianos en pos del restablecimiento de una red de contactos y herencias culturales más amplias y diferenciadas y actuar así bajo dos lemas sustanciales que recorren el legado Warburg y que han servido de punta de lanza para abrir nuevos horizontes disciplinares en los estudios de la imagen: las vías de migración (Wanderstrassen) y con ellas la ampliación de las fronteras (Grenzerweiterung).

III. Propuestas

Warburg tenía prevista una segunda visita a América para asistir al Congreso de Americanistas en Nueva York (1928), cuya conferencia llevaba por título “La importancia de la americanística para una historia del arte orientada al conocimiento cultural” (Die Bedeutung der Amerikanistik für eine kulturwissenschaftliche gerichtete Kunstgeschichte) [42], y no es remoto pensar que por su interés su ruta se hubiese extendido hacia territorio mexicano, como lo habían hecho algunos americanistas décadas atrás, entre ellos Eduard Seler y su esposa Caecilia Seler-Sachs, mediante las rutas de los ferrocarriles que en ese entonces unían ambos países [43]: un viaje que recorriese los asentamientos culturales indígenas desde el norte hacia el sur, y que llegase a la Ciudad de México.

Warburg no realizó el anhelado viaje, pero sí los colaboradores de este volumen que se desplazaron de la Casa Warburg en Hamburgo y la Biblioteca Warburg en Londres, así como de otras latitudes europeas y americanas a la Ciudad de México, para completar ese anhelo y desarrollar propuestas en torno al legado warburguiano en América, retomando con ello la trayectoria que Fritz Saxl exhortó seguir. Los autores reunidos en este volumen viajaron por la Ciudad de México y sus alrededores; recorriendo algunos de los lugares que seguramente a Warburg le hubiera interesado conocer, así como otros más. Visitaron la Basílica de Guadalupe, las colecciones en el ahora Museo Nacional de Antropología para trasladarse a Teotihuacán. Asistieron a la representación de la lucha libre en la Arena México y al espectáculo en la plaza Garibaldi, actividades obligadas en un viaje a la Ciudad de México, suscitadas a petición de algunos de nuestros colaboradores quienes por vez primera visitaban la ciudad, provistos de expectativas. A la distancia, en más de una ocasión podemos encontrarnos pensando en lo que compartimos, y en todo caso afirmamos que las fuerzas de la naturaleza pusieron en una difícil tesitura el encuentro: un sismo de magnitud 8.2 que sucedió el 6 de septiembre de 2017 a las 23:49 horas sumado a la lluvia torrencial que el día anterior inundó las calles de la ciudad. ¿Cómo enfrentamos las fuerzas de la naturaleza que nos azotaron? Algunos años después, y tras varias fases de trabajo e intercambio en diferentes momentos con los autores que colaboraron en este volumen, cabe pensar que en ellos está la huella de esta experiencia emocional de alto potencial. A su vez, es posible imaginar que retoman estas rutas con sus textos y articulan con ello de nueva cuenta y a su manera la trayectoria delineada por Warburg en su boceto de una cartografía personal como se muestra en la portada.

En este sentido, el texto de Horst Bredekamp nos introduce a la temática en general bajo el título de Aby Warburg: perspectivas de la América antigua al abordar la relación de Warburg con antropólogos y etnólogos de la época a partir de su viaje americano, situándolos bajo el contexto de la política institucional expansionista en territorio americano de finales del siglo xix y que caracterizó el nacimiento de la antropología y etnología modernas. Nos permite además entender, por un lado, cómo instituciones y museos de la época guillermina del imperio alemán promovieron una etnología de corte liberal instituida por Adolf Bastian (1826-1905), y cómo estas condiciones en la capital prusiana le permitieron a Warburg entrar en contacto con uno de los círculos más influyentes de americanistas de la época (Eduard Seler, Karl von den Steinen y Zelia Nuttall). Por el otro, nos presenta cómo la etnología americana moderna impulsada en los Estados Unidos de América por Franz Boas y su escuela (Gladys Reichard), fue piedra de toque para que Warburg retomara tiempo después, a su regreso de la clínica Belleveu de Kreuzlingen en 1924, su interés en los estudios americanistas durante la última parte de su vida.

A este acercamiento le siguen dos enfoques que toman bajo la lupa aspectos específicos que le interesaron a Warburg en su encuentro con la antropología americana y con temáticas relativas a las antiguas culturas meso y sudamericanas. Por un lado, en el primero Aby Warburg, Heinrich Voth and the Study of Native American Religious Ceremonies, Claudia Wedepohl toma como punto de partida uno de los momentos más destacados del viaje americano de Warburg: su expedición a la Mesa Negra en Arizona, cuyo asentamiento indígena comenzaba a ser explorado en esa época por los etnólogos de la Institución Smithsonian en Washington, D.C. Mediante el análisis de la relación establecida por Warburg con Thomas Keam y Heinrich R. Voth, el primero comerciante y el segundo misionero menonita, es posible reconstruir el papel que desempeñaron como intérpretes y mediadores de Warburg durante su estancia en los asentamientos de Walpi y de Oraibi. Wedepohl reconstruye mediante material manuscrito (diario) y visual (fotografías) los momentos que llevaron a Warburg a sopesar la posibilidad de hacer un proyecto de publicación en conjunto con Voth sobre el material recolectado de trabajo de campo y basado en la experiencia de observar la danza Hemis Katsina, uno de los rituales de fertilidad en Oraibi. El proyecto quedó finalmente inconcluso cuando Warburg desistió de la idea de convertirse en etnógrafo al rechazar un puesto de investigación para habilitarse en la Universidad de Kiel en 1897.

Por el otro, en el siguiente texto, titulado Quechmictoplican: mítico lugar de encuentro entre Aby Warburg y Mesoamérica, Linda Báez Rubí ahonda en un tema no menos importante por la significación que obtuvo para Warburg durante su viaje americano: las culturas antiguas de América. Mediante el estudio de notas manuscritas conservadas en el archivo del Warburg Institute es posible no sólo llamar la atención a que aún queda material por evaluar sobre este interés, sino que además se plantea una pregunta hasta el momento poco atendida: ¿cuáles fueron los intereses de Warburg por las culturas precolombinas? Plantear la pregunta lleva a Báez a una reconstrucción de una red de americanistas con los que Warburg tuvo contacto ya fuese mediante lecturas o personalmente (Zelia Nuttall, Eduard Seler y Hermann Strebel), y cómo Warburg se veía corroborado por los estudios de su época en su idea de migración de los símbolos a lo largo del continente americano, a tal grado de llegar a sopesar incluso extender su viaje al “México antiguo” en una época cuando la arqueología comenzaba a ser regulada por instituciones ante el auge de expediciones arqueológicas de particulares en territorio mexicano (William Niven).

A la delineación del contexto histórico, temas y personas del viaje americano, le suceden los planteamientos teóricos formulados a partir de la experiencia americana. Dos propuestas toman como punto de partida el textil y el ornamento, mientras que las siguientes dos exploran las nociones de símbolo y profecía desarrolladas por Warburg en la década de los años veinte. Isabella Woldt reflexiona sobre la dinámica del medio del textil desde un punto de vista icónico-antropológico en la investigación de Warburg. En su contribución, The Navajo-Weaver: Aby Warburg’s Approach to the Anthropology of Textiles, nos muestra una serie de fotografías tomadas por Warburg durante su estancia en la Mesa Negra durante el mes de abril de 1895, en las que capta a mujeres navajo hilando en telares, y que fungen como punto de partida para ahondar sobre la acción de tejer y la práctica simbólica que esto suponía a los ojos de Warburg. Al ver la acción de hilar y tejer como un proceso práctico de unir elementos para producir superficies que permiten trazar formas figurativas y geométricas legadas por la memoria colectiva cultural, es posible abrir un panorama donde destaca el aspecto dinámico en la conformación de imágenes (recordar, formar y reproducir). El tejido, por ende, en el sentido más amplio, se convierte en un símbolo del pensamiento creativo, en un dispositivo que moviliza imágenes tanto interiores (memoria cultural) como exteriores (confeccionadas en el textil, tapices, telas), deviniendo así un artefacto cultural y antecedente del concepto Bilderfahrzeuge acuñado por Warburg tiempo después.

En Warburg and ‘The Genesis of Ornamentation’: A (Pan-)American Question, Spyros Papapetros toma como punto de análisis el ornamento y las implicaciones teóricas desarrolladas por Warburg durante sus visitas a los pueblos americanos en 1895 y 1896. Su propuesta, basada en una lectura atenta de notas, bocetos y aforismos recolectados durante el viaje americano, nos permite rastrear las fuentes teóricas (Gottfried Semper) del erudito hamburgués. Gracias a ellas, es posible entender desde qué punto de vista reflexiona sobre la ornamentación en cerámica, el adorno corporal y el vestuario de las danzas que vio y presenció. Nos muestra cómo Warburg se dio a la tarea de transformar los principios formales propuestos por Semper que rigen la creación de ornamentos corporales basados en las leyes cósmicas universales, como la gravedad y la resistencia, en dinamogramas psicológicos y epistemológicos que trazan la oscilación, el progreso, e incluso delinean etapas de regresión presentes en todas las culturas del mundo. Con ello demuestra cómo el ornamento se convierte en el medio más práctico y evidente para rastrear los movimientos oscilatorios del alma al imprimirse en el cuerpo humano que se esfuerza por sincronizar el comportamiento de sus ornamentos corporales con la influencia reguladora de los cuerpos cósmicos.

Giovanna Targia centra su artículo en la década de 1920, período significativo en tanto el tema americano en Warburg volvió a cobrar una importancia medular en sus reflexiones teóricas sobre el símbolo al entrar en diálogo con los escritos del filósofo Ernst Cassirer (1874-1945). Basándose en una atenta lectura de intercambio epistolar y análisis de los fragmentos teóricos sobre la expresión legados por Warburg, su artículo Symbolic Function and Physical Laws: Aby Warburg’s and Ernst Cassirer’s Reflections on Native American Culture, nos va revelando la razón que motivó a Warburg a retomar el material de su viaje estadounidense desde la práctica de una mirada retrospectiva. Para ello, Targia se da a la tarea de analizar el concepto de formas simbólicas bajo el entender de ambos pensadores, confrontándolos críticamente, dirigiendo la atención a las diversas formas de expresión (lenguaje, arte, religión, etc.) que ambos estudiosos vieron en el sistema de creencias cosmológico-religiosas de los indios zuñi y su tradición totémica. Targia discute cómo las nociones de símbolo y función simbólica en ambos autores estuvieron conformadas por modelos conceptuales derivados, a su vez, de las leyes físicas de su tiempo caracterizadas por el relativismo de la física de Albert Einstein (1879-1955), lo que le permitió a Warburg considerar la cultura nativa americana como un catalizador o un “espejo cóncavo (Auffangspiegel) al conjuntar en su seno líneas de investigación a primera vista separadas o paralelas.

El artículo Homo divinans: Warburg on Prophecy propone un ejercicio hermenéutico filológico del potencial que encierra el concepto de profecía de cara al interés de Warburg por el estudio de las celebraciones rituales indígenas que retomó los últimos diez años de su vida. Davide Stimilli toma como punto de partida el título provocador del americanista Theodor-Wilhelm Danzel, Homo divinans, quien lo entendió bajo una línea evolucionista, para contrastarlo con la caracterización que después haría Warburg de Friedrich Nietzsche y Jacob Burckhardt como dos tipos distintos de profetas en los seminarios que dictó en la Universidad de Hamburgo en 1927. Nos conduce a una investigación más amplia sobre las implicaciones psicológicas y hermenéuticas que la profecía tuvo para el trabajo de investigación de Warburg en la generación de conocimiento. En ello delinea cómo incluso el tema profético llegó hasta convertirse en una preocupación cada vez más intensa en sus últimos años de vida, especialmente en relación con su fallido proyecto de regreso al suroeste de Estados Unidos en 1928. La propuesta de Stimilli nos permite ver cómo, no obstante, este proyecto fallido anticipa el Atlas de imágenes Mnemosine como proveedor de un instrumento crítico-divinatorio de nuestro tiempo, al arrojar luz “en clave profética” sobre una “dialéctica de la imagen” que se erige bajo la comprensión de su formulación como enigma.

Finalmente, con Aby Warburg y Konrad Theodor Preuss: rituales y serpientes, Johannes Neurath culmina esta sección de reconstrucción histórica al hablar sobre un americanista cercano al círculo Warburg de los años veinte: Konrad Theodor Preuss (1869-1938). Mediante una comparación de preocupaciones temáticas entre ambos estudiosos delinea los puntos de interés compartidos y centrados en la presentación de los actos rituales dramáticos ejecutados por los grupos indígenas asentados en el Southwest. La participación de Preuss en la serie “Vorträge der Wissenschaftliche Bibliothek Warburg” nos muestra el contexto intelectual al que apuntaba desarrollarse la labor investigativa del círculo hamburgués reunido durante la década de los veinte alrededor de Warburg: uno que pretendía abarcar e integrar estudios de varias esferas culturales con el fin de llevar a cabo un ejercicio comparativo que diera cuenta de la actividad psíquica del individuo en distintas regiones geográficas, y así abrir el panorama de la historia del arte de su época a una reflexión cultural de mayores alcances, proyecto que se vería interrumpido por el fallecimiento de Warburg en 1929.

El fallecimiento de Warburg como cesura marca el inicio de la segunda parte, que bajo la temática de “sobrevivencias”, reúne artículos dedicados a poner a prueba los conceptos teóricos warburguianos en distintas temporalidades de la cultura producida en Iberoamérica, pero también en su estrecha relación global con otras culturas del mundo. Centrada en el análisis de la migración de la energía simbólica y los dispositivos que la generan, abre con el planteamiento de José Emilio Burucúa y Nicolás Kwiatkowski, Hacia una historia simbólica de los elefantes, quienes hacen un recorrido por bestiarios, fábulas, mitos y leyendas centradas en las características de los elefantes. Su propuesta nos permite enlazar conceptos warburguianos como “sobrevivencia”, pero también “migración”, que permiten arrojar una mirada a la genealogía y circulación de textos e imágenes entre Asia, Europa y América. Exploran así la migración de la energía simbólica mediante imágenes, mostrándonos en ello el modo en que la experiencia y la imaginación se combinaron para crear las condiciones de un uso simbólico doble de los elefantes. Por un lado, y más cerca del polo de la experiencia, proponen que se retrató a los paquidermos como una síntesis de fuerza e inteligencia militar; mientras que, por el otro, la imaginación, alimentada por la literatura clásica y la indostánica (que llegó a Europa gracias a la mediación griega, bizantina y árabe) vinculó a los elefantes con la inteligencia, la piedad, la castidad y la prudencia. El texto además introduce otra pregunta significativa: la migración de las imágenes y la carga energética desprendida de ellas es posible mediante los vehículos que la transportan y el uso que el individuo hace de ellos.

De esto nos da cuenta el artículo On Warburg’s Baroque and Two Seventeenth-Century, Mexican Arcos triunfales. Christopher Johnson sostiene que el trabajo de Warburg sobre las procesiones triunfales del Renacimiento tardío en Europa y su disposición en varios paneles del Atlas de imágenes Mnemosine (1926-1929), puede darnos una clave de lectura para entender, aunque también de modo anacrónico, la complicada constelación de palabras e imágenes en los arcos triunfales erigidos en la Ciudad de México en 1681 para conmemorar la llegada de los virreyes Marqueses de la Laguna. Johnson nos plantea la manera en la que los arcos multimediales, proyectados por sor Juana Inés de la Cruz (1648-1695) en su Neptuno alegórico y Carlos de Sigüenza y Góngora (1645-1700) en su Teatro de virtudes políticas, crearon un “espacio de reflexión”, donde la sobrevivencia de la Antigüedad se presentó como un desafío fenomenológico, cultural y político, al remodelar la mitología clásica mediante fórmulas pathos, jeroglíficos y emblemas. Al ahondar en el carácter político del discurso iconológico, nos muestra cómo los arcos funcionaron como vehículos configuradores de identidad de una sociedad en búsqueda de continuidad y tradición, pero a la vez de cambio y renovación en el intento de forjar su propio linaje identitario distinto, pero a la vez ligado al origen de la monarquía hispánica.

Otro ejemplo de la tensión bipolar de los símbolos como dinamo- engramas mnémicos acuñado por Warburg, es posible explorarlo en el texto Tabaré: migraciones y ambivalencias del héroe trágico. Laura Malosetti se da a la tarea de analizar el rapto en su origen mítico y su continuación con sus variantes y persistencia en las narrativas sobre la conquista de América, centrando su atención en la región del Río de la Plata. Su análisis revela cómo la supervivencia simbólica de la virilidad del héroe como símbolo de la superioridad de una raza sobre otra, si bien logró acuñarse como atributo simbólico de las naciones, no deja de mostrar aspectos ambivalentes, como plantea el ejemplo de la figura del mestizo Tabaré, concebida en el extenso poema redactado en 1886 por el escritor uruguayo Juan Zorrilla de San Martín. Nos muestra cómo el impacto inmediato que obtuvo derivó en varias óperas y composiciones musicales en Uruguay, Argentina, España y México a lo largo de las primeras décadas del siglo xx, suscitando imágenes que se reprodujeron por miles ilustrando desde panfletos y libros, hasta más tarde las portadas de los cuadernos escolares que prolongaron su popularidad en el Uruguay para llegar a ser uno de los primeros largometrajes de ficción en el cine mexicano.

A partir del planteamiento de estos dos últimos artículos, es posible arrojar luz sobre la representación como espectáculo, y en ello abordar el problema de la expresión y acuñación icónico-visual donde se ponen en juego la memoria y la imaginación en la experimentación del empleo de técnicas de montaje y proyección, tal y como ya se anunciaban en el proyecto de la Mnemosine de Warburg fraguado durante la década de los años veinte. De esto nos da cuenta más explícitamente el texto de Philippe-Alain Michaud, Mnemosyne, ou la machine cinématographique sans appareil. En él, el autor postula la tesis de que Warburg experimentó en la Mnemosine modos de dinamizar las imágenes al concebir los tableros de su Atlas como una máquina cinematográfica, pero sin realmente contar con un dispositivo cinematográfico. Michaud nos convoca a reflexionar sobre un punto crucial en el génesis del Atlas, subestimado con frecuencia: el viaje americano de Warburg entre 1895 y 1896 a la región de los indios hopi en Arizona. Según Michaud, Warburg creyó ver en la práctica ritual de los indios un fenómeno similar al acaecido con la reaparición de la Antigüedad en el Renacimiento florentino. Esto le permitió a Warburg elaborar, en palabras de Michaud, una “teoría de ficción” al emplear técnicas de montaje y proyección. Derivado de ello, es posible pensar que el concepto de “sobrevivencia”, concepto clave en la teoría de Warburg para las configuraciones simbólicas en la representación, no se concibe como un concepto o forma del conocimiento, sino como un espectáculo: no como Vorstellung sino como Darstellung. El texto propone cómo, este cambio de paradigma al que da pie Warburg, ha provocado un giro en los estudios de la historia del arte cuya repercusión ha tenido una influencia significativa en el campo de los estudios mediales y de la intermedialidad. Este ámbito anunciado por Michaud es explorado en las siguientes contribuciones que concluyen la segunda parte.

El aspecto sobre los dispositivos dinámicos es explorado con lucidez por Luis Pérez-Oramas en Nachleben en sus campos extendidos: modernidad, cinetismo y humanismo: Pathosformel, forma intermediaria y sobrevivencia antitética. A partir de un planteamiento provocador de poner a prueba la noción de “sobrevivencia” o “vida póstuma” en el campo extendido de la modernidad en América, Pérez-Oramas plantea la hipótesis de que aquello que se entiende bajo “formas alteradas” de lo moderno en nuestro continente puede ser visto e interpretado en realidad como “sobrevivencias modernas”, al interior de una propuesta que considere plantear una analogía entre antigüedad pagana y modernidad. A partir de ese supuesto, es posible abrir entonces el horizonte a un doble repertorio de aquello que el autor denomina bajo “emergencias póstumas”, mismo que se extiende en las obras modernas de lo antiguo que parecen programáticamente cancelarlo, pero a la vez de lo moderno mismo en tanto es posible concebirlo bajo una alteridad topológica. Las nociones warburguianas de Pathosformel y de “forma intermediaria” son puestas a prueba por el autor al llevar a cabo una lectura de la tipología moderna de la pieza-instalación Penetrable, concebida y confeccionada por el artista venezolano Jesús Rafael Soto como espacio performativo de gestualidad y ámbito perceptivo de desmaterialización en el que ambas formas de sobrevivencia acontecen.

Por otra parte, la práctica del discurso curatorial supeditado al museo como dispositivo medial nos pone de manifiesto cómo se articula la energía simbólica de las imágenes al interior de una exposición que es capaz de modular y modelar conductas colectivas. José Luis Barrios delinea en su texto, A propósito de la exposición ‘Constitución mexicana, 1917-2017. Imágenes y voces’. Arqueología afectiva e imagen dialéctica: sobre la curaduría como crítica-histórico política del presente, los alcances de un imaginario político al analizar cómo se construyó, en cifra warburguiano-benjaminiana, la exposición “Constitución mexicana, 1917-2017. Imágenes y voces”. La propuesta de que esta exhibición, presentada en Palacio Nacional en el marco del centenario de la Constitución mexicana, es resultado de una producción constelar del imaginario cultural de la ley, puede explicarse a partir de los conceptos de Pathosformel de Aby Warburg e “imagen dialéctica” de Walter Benjamin. Mediante ellos es posible ahondar en que la constitución de un país no sólo significa un contrato social más o menos consensuado entre individuos y colectividades; sino más allá: ontológicamente es la expresión y la configuración de las relaciones entre fuerzas, cuerpos, ideas, que en su tensión y su contradicción definen el modo de existir de los sujetos en el espacio de lo común. Finalmente, muestra cómo la ley prefigura órdenes imaginarios de representación donde se ponen en juego las tensiones entre el afecto instituyente y el poder instituido, entre el pasado y el presente de una sociedad.

Con ello se cierra la segunda parte para dar pie a la tercera, “Repercusiones”, cuyos textos se dan a la tarea de ejercer una crítica retrospectiva del material presentado, mediante la cual es posible reflexionar no sólo sobre los mismos textos planteados, sino a partir de ellos al utilizarlos como plataformas de ideas al formular comentarios y preguntas que se abren como tarea a desarrollar a futuro. Con ello muestran no sólo los vacíos deseables aún por investigar sino también su importancia de cara al viaje americano de Warburg, como lo expone Emilie Carreón Blaine en Los estudios del arte indígena americano ante los postulados de Aby Warburg, un reconocimiento póstumo. Su reflexión sobre la primera parte resulta ser un ejercicio dilucidador en tanto sitúa a Warburg al interior de las prácticas antropológicas y etnográficas de la época, pero a la vez nos da a entender cómo éstas en su “modernidad” retoman prácticas anteriores cuyos anacronismos son incluso aún practicados por la contemporaneidad cada vez que se propicia el encuentro con las culturas amerindias. De igual modo, delinea cómo se hubiese proyectado el estudio de la americanística si el “psicohistoriador de la cultura” – como Warburg solía autodenominarse – hubiese recibido a los americanistas de aquel entonces en la Kulturwissenschaftliche Bibliothek Warburg en 1930. Con ello ahonda en las posibilidades de intercambio y trabajo fructíferas que se hubiesen desprendido en la antropología, etnografía y arqueología americanistas que se estaban llevando a cabo también en territorio mexicano. Mediante este ejercicio pone de relieve la pertinencia y el valor del material de lectura sobre las culturas precolombinas del que Warburg echó mano para seguir sus intereses de investigación, a la vez que nos ofrece un recorrido historiográfico de los estudios mesoamericanistas desarrollados después del fallecimiento de Warburg, y cómo la influencia que ejercieron sus discípulos fue determinante en ellos hasta nuestros días. Por otra parte, el texto de Elia Espinosa reflexiona sobre el material expuesto en la segunda parte, a partir de cuyos ejemplos hila “discursos de tránsito” con eficiencia poética y analítica en su texto Imágenes y palabras en discusiones warburguianas; tránsitos antiguos contemporáneos. Al retomar las reflexiones de Lezama Lima en Esferaimagen, coloca una bisagra para dar a conocer cómo varios planteamientos teórico-icónicos de Warburg han sido desarrollados paralelamente en la producción icónico-visual latinoamericana moderna, y que ésta puede abarcar desde la generación de espacios performativos de gestualidad hasta la configuración de imaginarios políticos en prácticas curatoriales contemporáneas. Muestra finalmente cómo los paralelismos entre el pensamiento warburguiano y el ejercicio intelectual del discurso iberoamericano trazan inquietudes que atañen al comportamiento humano compartido en toda geografía y tiempo: el deseo de aprehensión de fenómenos con los que se enfrenta el individuo, mediante un lenguaje plástico que dé cuenta de la energía que habita dicho lenguaje icónico y cómo éste es capaz de moldearse a cada momento y en cada tiempo, en cada región geográfica, sin dejar de aludir al eco de la voz plástica que le dio origen.

Finalmente, el texto de Didanwy Kent, Imágenes de la promesa/ imágenes que prometen, toma como punto de partida ambas partes para poner de manifiesto la vida de las imágenes en “su tejido de raíces subterráneo”. Mediante ello es posible entender cómo incluso la generación de imaginarios históricos forjados en figuras heroicas americanas adquiere su propia dinámica en los diferentes medios (poesía, ópera y cine) que los visibilizan. Así nos pone sobre la mesa que los movimientos de traslación – tal y como se deja ver en la cartografía personal de Warburg al recorrer lugares claves enlazando continentes y que es la imagen bajo la que se albergó este encuentro –, lejos de entenderse como recepciones pasivas, resultan ser procesos fructíferos pues implican la toma de una actitud crítica: un encuentro dialéctico entre aquel que conserva y porta y quien lo recibe y es capaz de transformarlo en algo similar pero distinto. En su germen se revela así la apertura de nuevas proyecciones y, si se quiere, de promesas, como plantea Kent a modo de conclusión: “las imágenes prometen en su devenir ser huellas, sedimentos de nuestro paso por la tierra; son, desde sus diversas modalidades, promesa de preservar las culturas del pasado, pero también la vida futura de la humanidad”.

En este sentido, y retomando las palabras forjadas en el epígrafe, no se trata de delinear sólo una biografía, se trata de hacer fructífero un legado que ocupó un lugar relevante, tanto psíquico como físico en Warburg: la presencia de América junto con las culturas que la han habitado desde tiempos inmemoriales hasta nuestros días: “y si acaso nosotros los jóvenes investigadores conservamos la esperanza de conservar el instituto según el espíritu orientador bajo el que lo concibió [Warburg], se debe a que nos enseñó que nuestros problemas finalmente atañen a ambos mundos, el viejo y el nuevo” [44].

Notas

[1] En la antropología de las imágenes, la tesis principal parte de reconocer al ser humano como el lugar principal donde las imágenes se generan (Homo pictor), lo que permite abordar tanto imaginarios como modelos de percepción y producción culturales, a la vez que los vehículos y condiciones de visibilidad de las imágenes. Dentro de la corriente alemana, véanse los primordiales estudios de Hans Belting, Antropología de la imagen (Belting [2001] 2007), y las vías de estudio desarrolladas a partir de su teoría en las compilaciones Bild und Körper im Mittelalter (Marek, Rimmele, Preisinger 2006); Topologien der Bilder (Hinterwaldner, Juwig, Klemm et al. 2008), y Techniken des Bildes (Schulz, Wyss 2010); la compilación de Gottfried Boehm, Homo pictor (Boehm 2001); y otros estudios de Lambert Wiesing, como Artifizielle Präsenz. Studien zur Philosophie des Bildes (Wiesing 2005); Bilder – Sehen – Denken: Zum Verhältnis von begrifflich-philosophischen und empirisch-psychologischen Ansätzen in der bildwissenschaftlichen Forschung (Sachs-Hombach, Totzke 2011). Un estudio introductorio básico en la biografía académica de Warburg ha sido por varias décadas el de Ernst Gombrich, Aby Warburg: Una biografía intelectual (Gombrich [1970] 1992); sobre la historia de la crítica de esta biografía, véase Mazzucco 2011; otros puntos de vista sobre Warburg y su método avenidos de miembros de la así conocida “escuela Warburg” se reúnen en Wuttke 1992. Acerca de dicha escuela, véase Cieri Via 1994.

[2] El texto leído se publicó póstumamente, primero en inglés: Saxl [1930] [1957] 2023; y más tarde en alemán: Aby Warburg’s Besuch in New-Mexiko, en Wuttke 1992, 317-326. La versión impresa fue levemente editada suprimiendo el contexto epistolar que lo enmarcó, de modo tal que el diálogo con el americanista y precolombianista Theodor-Wilhelm Danzel – rescatada en el comentario de Carreón en este volumen – quedó en el olvido. Véase Fritz Saxl a Theodor-Wilhelm Danzel, 4 de septiembre de 1930, WIA GC.

[3] Sobre la historia de la biblioteca, véase Stockhausen 1992.

[4] El presente libro tiene como antecedente el simposio internacional “Warburg (en/sobre) América: translaciones y proyecciones” que se llevó a cabo en el Museo Universitario Arte Contemporáneo del 6 al 8 de septiembre de 2017, contando con varios patrocinadores como el Instituto de Investigaciones Estéticas – UNAM, el Posgrado en Historia del Arte, Facultad de Filosofía y Letras – UNAM, Centro de Estudios Mexicanos en Londres, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), la Humboldt-Universität de Berlín, el Kunsthistorisches Institut de Florencia, la Max Weber Stiftung de París y la Warburg Haus en Hamburgo. Las contribuciones escogidas y acogidas en el presente volumen fueron revisadas y trabajadas posteriormente como artículos in extenso, alimentándose de las reflexiones y discusiones que surgieron bajo el marco del simposio. Por tanto, al ampliarse los alcances de investigación de cada una, así como gracias a los útiles comentarios derivados de la dictaminación posterior del volumen, surgió la necesidad de trabajarlas y ordenarlas de modo distinto bajo otra estructura. Esta etapa de reestructuración, ahondamiento y desarrollo de investigación fue posible gracias al apoyo del proyecto “Aby Warburg y los estudios precolombinos: reconstrucción histórica y desarrollo teórico” (PAPIIT-UNAM), sin el cual no se hubiese llevado a buen fin esta publicación académica.

[5] Se ha de considerar también de manera crítica la influencia de los tempranos seguidores del legado de Warburg cuyos estudios abrevan directamente de la biblioteca, reflejando así la constelación de un dispositivo no sólo ordenador sino también generador de conocimiento, y que ejercieron una influencia considerable en la academia latinoamericana en la historia del arte: Ernst H. Gombrich (1909-2001), Edgar Wind (1900-1971), Erwin Panofsky (1892-1968), Rudolf Wittkower (1901- 1971), así como académicos contemporáneos quienes se han afianzado en la obra del padre de la “ciencia de la imagen”, y cuyos estudios han sido vertidos al castellano, por nombrar algunos: Georges Didi-Huberman (1953), Hans Belting (1935-2023), Horst Bredekamp (1947) y Gottfried Boehm (1942).

[6] La propuesta de este diálogo fue mencionada por Wolf 1999. A pesar de que fue formulada antes de finalizar el siglo XX, careció de una construcción continua posterior en los círculos warburguianos, con excepción del proyecto “Globalisierung von Bildern und Dingen” (2001-2011) promovido por Wolf en el Kunsthistorisches Institut Florenz caracterizado por la inclusión de investigadores procedentes de ámbitos geográfico-culturales no europeos.

[7] La ausencia de investigadores y temas relacionados con Latinoamérica en la conferencia internacional en conmemoración de su nacimiento, “Aby Warburg 150. Work. Legacy. Promise” (Londres, 2016), volvió evidente una discusión sobre Warburg circunscrita a circuitos europeos y estadounidenses, omitiendo así su desarrollo en el ámbito latinoamericano.

[8] Warnke, Hoffman 1980; Bredekamp 1991.

[9] Renewal; Burucúa et al. 1992; RPA.

[10] Meaning in the Visual Arts (Panofsky 1955). La crítica a Panofsky desprendida a partir del estudio de Georges Didi-Huberman, Devant l’image. Questions posées aux fins d’une histoire de l’art (Didi-Huberman 1990), despertó un interesante debate también en el ámbito anglosajón, donde los estudios visuales han pugnado por abrir otras vías de investigación acerca de cómo estudiar los fenómenos de cultura visual y los medios de difusión que los hacen posibles. Al respecto, véanse los ejemplos paradigmáticos de W.J.T. Mitchell, Picture Theory: Essays on Verbal and Visual Representation (Mitchell 1994) y Michael Ann Holly, Panofsky and the Foundations of Art History (Holly 1984).

[11] Michaud 1998; Didi-Huberman 2002.

[12] Uno de los libros que catapultaron un renacimiento de Warburg en el ámbito hispanohablante fue José Emilio Burucúa, Historia, arte, cultura: de Aby Warburg a Carlo Ginzburg (Burucúa 2003). Continuadora de esta revaloración ha sido, por ejemplo, Laura Malosetti, quien ha organizado seminarios sobre el método del pensador hamburgués; véase, por ejemplo, http://www.artes.uchile.cl/noticias/55065/aby-warburg-y-el-devenir-del-metodo-iconologico#.

[13] Véase Hensel 2001; y la reciente revisión de Büchsel 2019, 67-106.

[14] Con excepción de escasos estudios que realzan el aspecto de que su acercamiento fue modelado en diálogo con americanistas, como se refleja en el abordaje de su último gran proyecto, el Atlas de imágenes Mnemosine. Véase Imbert, Bassiri, Allan 2006.

[15] Cuando la compilación de este libro finalizó, se celebró el “Simposio Internacional Aby Warburg 2019”, coordinado por Roberto Casazza, en la Biblioteca Nacional Mariano Moreno, Argentina, mismo que hizo manifiesto el interés y la participación de la academia latinoamericana en temas warburguianos. Bajo el marco de este simposio se organizaron varias exposiciones, una de las cuales quedó registrada en el catálogo Ninfas, serpientes, constelaciones: la teoría artística de Aby Warburg (Burucúa et al. 2019). Este material no pudo ser lamentablemente incluido para su valoración en el presente libro debido a que ya se encontraba en proceso de edición, pero es necesario mencionarlo pues constituye una llamada de la academia latinoamericana a reflexionar sobre el legado de Warburg y continúa las tareas pendientes que se han formulado en esta compilación.

[16] Carta de Aby Warburg a Fritz Saxl, 26 de abril, 1923, WIA GC. Reproducida en Warburg [1923] 2004, 67-68.

[17] Además, se ha analizado el papel predominante que tuvo Fritz Saxl en el proceso de ordenamiento y redacción de las ideas, en McEwan 2007.

[18] Fritz Saxl así lo asienta en el plan de edición de las Obras completas, véase prefacio a la edición, en Renacimiento, 60. En principio, Edgar Wind se encontraba a cargo de la edición en inglés de la conferencia de Kreuzlingen, una vez llegada la biblioteca a Londres, véase “The Warburg Institute, Annual Report” 1934-1935, 8.

[19] Sobre las condiciones y negociaciones de la migración, así como el papel importante que desempeñó Edgar Wind en el esbozo del rumbo de investigación y actividades académicas que la biblioteca se proponía seguir en Londres, véase Buschendorf 1993, 90, 93-112, 115. Bajo el punto 3 de “Activities of the Institute”, Wind especifica (105) que continuaría la publicación de dos órganos que daban cuenta del tipo de investigaciones y temas que eran de interés para la biblioteca (“Vorträge der Bibliothek Warburg” y “Studien der Bibliothek Warburg”) y que pasarían a ser Journal of the Warburg Institute (1937-1938) y posteriormente “Journal of hte Warburg and Courtauld Institute”; asimismo brevemente Fritz Saxl, Das Warburg Institute (Saxl [1944] 1993, 130-131).

[20] A Lecture on the Serpent Ritual, Journal of the Warburg Institute II/4 (1938-1939): 277-292. Basada en una versión de la conferencia de Kreuzlingen corregida por Bing –difiere en partes de la versión de Kreuzlingen – y traducida al inglés por John F. Mainland en 1938. Véanse los materiales en WIA III. 93.3.: “Aby Warburg. A lecture on the Serpent Ritual”.

[21] Warburg [1923] 1984.

[22] Aby Warburg, Schlangenritual. Ein Reisebericht, editado por Ulrich Raulff, Warburg [1923] [1988] 2011. Raulff redactó para tal edición un posfacio explicando la importancia del abordaje temático para la historia del arte de su tiempo. Sobre los materiales para esta edición, véase WIA 93.10 “Material used for the Wagenbach edition”.

[23] Naber 1988; Wiegel [1994] 1995; Settis 1993; Forster 1996; Severi 2003.

[24] Véase el epílogo de Ulrich Raulff a Aby Warburg, El ritual de la serpiente (Warburg [1923] [1988] 2011, 71-114.

[25] Aby Warburg’s Kreuzlingen Lecture: A Reading (Warburg [1923] 1995, 59-110).

[26] Warburg [1923] 2003.

[27] Warburg [1923] 2004. Reseñado por Peter Krieger (Krieger 2006).

[28] Souvenirs d’un voyage en pays pueblo. Notes inédites pour la conférence de Kreuzlingen sur le rituel du serpent (1923) y On planned American visit, en Michaud 1998, 247-280, 281-285.

[29] Gli hopi. La sopravvivenza della umanità primitiva nella cultura degli indiani dell’america del Nord. Ricordi di viaggio nella regione degli Indiani Pueblos nell’America del Nord (Frammenti, polverosi materiali per la psicologia della prativa artsitica primitiva) y A proposito del programmato viaggio in America (1927); más la traducción de Warburg de un texto de J.W. Fewkes, Le origine leggendarie del clan con il totem del serpente, en Ghelardi 2006, 3-85, 86-91, 92-98.

[30] Cestelli Guidi [2006] 2007. Sobre reflexiones relacionadas con temas antropológico-etnológicos de la época, véase Severi 2004.

[31] Si bien la correspondencia no gira en torno a temas etnológicos en específico, sí plantea la intención de Warburg de dar a conocer su “nuevo método” en la academia norteamericana. Véase Stimilli 2005.

[32] Bender, Hensel, Schüttpelz 2007; incluye la traducción de Warburg al alemán de un texto de J.W. Fewkes, Legendary Origins of the Clan with the Totem Serpent (1894), 17-22, y Die Indianer beschwören den Regen. Großes Fest bei den Pueblo-Indianern (1926), 59, cuya autoría es atribuida a Warburg y Fritz Saxl por Michael Diers, quien registra su publicación en la revista “Jugend Insel. Zeitschrift für Jungen und Mädel”, año 1 (1926).

[33] Véase WEB, 508-523. Esta primera conferencia se anunció bajo el título de Eine Reise durch das Gebiet der Pueblo Indianer in Neu-Mexiko und Arizona ante la Gesellschaft zur Förderung der Amateur Photographie en Hamburgo, el 21 de enero de 1897 (la reseña apareció en la revista “Photographische Rundschau” 11 (1897), 38); posteriormente, el 10 de febrero, ante el Amerikanistenclub de Berlín y finalmente el 16 de marzo ante la Freie Photographische Vereinigung en el Museo Real de Etnología en Berlín (la reseña apareció en la revista “Photographische Rundschau” 11 (1897), 61). Véase el material resguardado en WIA III 46 “Pueblo Indians, 1897”.

[34] Bilder aus dem Gebiet der Pueblo-Indianer in Nord-Amerika (1923) y Reise-Erinnerungen aus dem Gebiet der Pueblo Indianer in Nordamerika (1923), como aparecen respectivamente también en la compilación WEB, 524-566 y 567-600.

[35] Cestelli Guidi, Mann 1998.

[36] GS Pueblo.

[37] Cuando este manuscrito estaba en proceso de edición tuvo lugar la exposición sobre las piezas donadas por Warburg al Museo Etnológico de Hamburgo (4 de marzo de 2022 al 8 de enero de 2023), y cuyo catálogo apareció bajo Ligthning Symbol and Snake Dance, Aby Warburg and Pueblo Art (Chávez, Fleckner 2022).

[38] La posición de Ernst Gombrich (Gombrich 1970, 216-227), y Forster 1996, han sido relativizadas en favor de un reconocimiento mayor de la significación que la incursión etnológica de Warburg tuvo en sus planteamientos reflexivos posteriores. Véase David Freedberg 2005 sobre todo Bender, Hensel, Schüttpelz 2007.

[39] Freedberg 2004; Farago 2002, XX; Schüttpelz 2005

[40] Si bien hay una diferenciación entre las nacientes escuelas de antropología y etnología de ambos países y que por motivos de espacio no es posible discutir aquí, lo que las caracteriza es su acercamiento a las culturas “primitivas” o bien “Naturvölker” desde un punto de vista donde se les ve como objetos – y no sujetos – de un pasado remoto en peligro de extinción, encubriendo así su historia a la vez que omitiendo una dinámica social al interior y entre ellas mismas – y con ello la diferenciación interétnica y cultural –, en tensión además con el poder civilizatorio de los exploradores, etnólogos, colonizadores y coleccionistas que las estudian. Sobre la reflexión contemporánea de estos aspectos en general, véase Clifford 1997 y Phillips, Steiner 1990. Para el caso estadounidense a caballo entre los siglos XIX y XX, véase Hinsley Jr. 1981; y los diferentes ensayos reunidos en Stocking 1985; para el caso alemán Zimmerman 2001; y Stocking Jr. 1996.

[41] Uno de los puntos claves fue la monografía coordinada por Cora Bender, quien conjuntó a antropólogos e historiadores del arte en la reflexión sobre la temática de la serpiente en Warburg no sólo en lo que respecta a Kreuzlingen, sino también en relación con el contexto histórico antropológico cultural que prevaleció hacia finales del siglo XIX.

[42] WIA III 12.7.1. Americana Notes, 26. II. 1928, fol. [2r].

[43] Véase la descripción de la ruta terrestre que unía a la República mexicana y los Estados Unidos Americanos mediante El Ferrocarril Central Mexicano con diversos ramales de la Atchison Topeka & Santa Fé hacia finales del siglo XIX, en Seler 1889.

[44] Saxl [1930] [1957] 2023, 317.

Bibliografía
Abreviaturas
Referencias bibliográficas
English abstract

This contribution presents the volume Aby Warburg en/sobre América: Historia, sobrevivencias y repercusiones, and publishes the editors’ introduction to the volume. Issued by the Instituto de Investigaciones Estéticas, UNAM, the book gathers the outcomes of the international symposium Warburg (en/sobre) América: translaciones y proyecciones (MUAC, September 2017), organized with the support of several academic institutions in Mexico and Europe. Structured in three sections—Historia, Supervivencias and Repercusiones – the collection highlights the decisive role of Aby Warburg’s 1896 journey to the American Southwest in shaping his intellectual formation, and underscores the significance of American anthropology as a key to understanding his later theoretical work.

keywords | Aby Warburg; Serpent Ritual; Hopi; Jesse Walter Fewkes; Smithsonian Institute; Franz Boas; Heinrich Voth.

Per citare questo articolo / To cite this article: L. Báez Rubí, E. Carreón Blain, T.V. Álvarez, A Presentation of: Aby Warburg en/sobre América: Historia, sobrevivencias y repercusiones (México 2024), “La Rivista di Engramma” 227 (settembre 2025).